«Stand-by»
viernes 18 de septiembre de 2009
© Sergio Plou
Artículos 2009

    Parece ser que ayer se estuvieron divirtiendo de lo lindo los políticos de esta comunidad que califican de autónoma —y que, sin embargo, cada día que pasa, lleva camino de ser más bien automática— en ese maravilloso parlamento moruno de la Aljafería, que tiene trazas de gallinero comarcal. Allí suelen reunirse nuestros ineptos para enseñarse los trajes, el moreno adquirido durante el verano y para dejarse ver ante el populacho, cuyos asientos en la balaustrada superior ocupan cuando se abre el cónclave de septiembre los vips de las tres provincias. Y no todos, porque no caben. Así que la gente normal no acude a la apertura del inicio de curso, por llamarlo de alguna manera, sino que asiste por la tele, la radio y la prensa en general. Durante la jornada de hoy también le han dado a la lengua, sobre todo después de hacerse una idea del panorama presentado por el gran jefe, don Marcelino, que nadie sabe si seguirá en adelante porque se largó un panegírico morrocotudo. Narró las excelencias de una década y si se lo monta así es por dos razones: o pasa de aferrarse a la poltrona o no tiene nada nuevo que decir. Largar ante la audiencia un rollazo de tal calibre duerme a las ovejas, distrae a los reporteros —que se conocen el paño— y aburre a los ujieres, pero cubre el tiempo que da gloria. Siempre puede decir don Marcelino que nació en el paleolítico, porque en Bonansa ni siquiera había luz eléctrica cuando vino al mundo, de modo que todo es avance y bienestar. Pero ya nos lo sabemos de memoria.
    En esta tierra hemos gozado de escasos políticos con dotes oratorias y los que aspiran a colgarse la medalla pecan de sentar cátedra y acaban construyendo soporíferas clases magistrales. Lo más común entre ellos es soltar de vez en cuando algún chascarrillo de nula gracia que, al contrario de lo que dicta el sentido común, logra arrancar de los diputados sonrisas de aturdimiento. Lo difícil es mantener el nivel y cuando lo intentan resulta de lo más patético, tal es el grado de mediocridad que se respira en el hemiciclo  aragonés y que —reconozcámoslo— tampoco es más bajo que el de las Cortes en Madrid. Los periodistas tienen que hacer cabriolas con sus imágenes y palabras para montar un resumen que ofrezca un mínimo de vitalidad, porque escucharlos a palo seco resulta amuermante. En cambio los políticos prefieren esta forma letárgica a entrar en el cuerpo a cuerpo, porque la ausencia de reflejos y el barullo mental les juega malas pasadas. Por eso el estado natural de nuestra comunidad «automática» es el coma, el encefalograma plano, el «stand-by».
    Tiene razón la presidenta de Chunta al afirmar que don Marcelino maneja un gobierno provisional de manera interina, pero dudo que algún otro jefe haya hecho algo distinto. Sus mensajes no llegan a la población y sus labores tienen el triste aspecto de no pasar de la burocracia. Lo que ha dicho el jefe de los conservadores —que a don Marcelino le falta coraje y que traiciona a los aragoneses— podría aducirse de cualquiera de los ocupantes del butacón presidencial. No es la primera vez que se escucha semejante ripio en la cámara y tampoco será la última, de modo que no presenta ninguna novedad.
    El resultado del debate es tan anodino como indignante, pero habitual. Salvo que don Marcelino aclare de una vez si volverá a presentarse en las próximas elecciones, que al fin y al cabo todo se reduce a saber quién pondrá sus nalgas en la jefatura de la Diputación General, el resto es puro folclore político. El ubicuo súper-Biel, que ha regresado de sus vacaciones con renovados ímpetus y que aspira desde antaño a seguir viviendo del cuento de las bisagras, lo mismo le da gobernar con los populares que con los socialdemócratas. El hombre está siempre al sol que más calienta e incluso sobrevive a que entre y salga del trullo la alcaldesa de La Muela. No me extrañaría nada que acudiera a la manifestación de la Opel, porque rara es la foto que se pierde. Y que fueran también todos los demás. Aquí se organizan las más exitosas manifestaciones cuando todo está perdido. Nos salen redondas.

Articulos
Primeras Publicaciones 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 — 2001 2007 2008 2009 2010 2011        
Cronicas Críticas Literarias Relatos Las Malas Influencias Sobre la Marcha La Bohemia La Flecha del Tiempo